cómo pasa el tiempo

Pues sí, pasa el tiempo volando y sin darnos cuenta hemos estado dos semanas sin subir fotos, pero más vale tarde que nunca que reza el dicho.
En este tiempo los chicos han conmemorado alguna fecha señalada, han mejorado mucho su caminar por las calles, posiblemente hayan crecido un palmo, se han comido un buey y han pasado un fin de semana con los papás y sus colegas en una casa de un bonito pueblo, incluso han cruzado la frontera con Portugal, la verdad es que no les impresionó demasiado.

Aquí les veis bajando escaleras con sus chaquetas nuevas.

Si algunos celebramos los dos meses como padres cenando gnochi sorrentini, otros festejaron el par de meses como hijos nuestros desayunando en la achiconocida churrería El Castillo.
Además de lo dicho antes, en este tiempo se les ha caido el pelo y no por portarse mal, desde luego a Keno le sienta muy bien el no-pelo. Aquí le tenéis luciendo palmito por Zamora.
En el medio rural pudieron ver y tocar las beeee de su libro.

Con el nuevo peinado y las chupas vaqueras se les ha quedado una pinta de tíos chungos que tienen a todod el parque acojonao

Ésta foto es para enviarla a chuecapuntocom :-)

y ésta al aflilú ese del dosxuno en lupas.

Los Arribes del Duero.

Mientraslos mayores reposaban el bacalhao a braz tirados en el prao los chavales disfrutaban con la gravilla, ¿para que les compraremos juguetes?.

gaticos y monetes

Lo único que nos faltaba es que los chavales se vistiesen de camuflaje y no pudiésemos encontrarles, claro que hay que entenderles, si yo fuese tan guaperas también necesitaría pasar desapercibido de vez en cuando. Minutos antes del concierto diario con el que nos deleita Keno, excepcional la capacidad que ha desarrollado Keneni para dormir en situaciones adversas.
A los chicos les encantan los chuchos, aunque me temo que no es recíproco.

El sábado iniciamos nuestro taller de prácticas, por un módico precio puedes comprobar tu capacitación para distintas facetas de la paternidad, Pablo y Marta apuntaron maneras en alimentación vespertina, una de las marías por otra parte, Keneni les puso un ocho porque es muy pulcro, sin embargo Keno se mostró disconforme con la dosis per-cucharada y no dio más del cinco. Polli decidió acudir de oyente esta vez.