Este fin de semana ha tocado celebrar el cumple de papá, aunque parecía que era el nuestro ya que la media de altura de los invitados a la fiesta era de 70 centímetros (culpa de candela, el nene y angimati que bajan mucho la media y encima no ayudan a cocinar). Luego nos dimos cuenta de que efectivamente era el cumple de papá porque nos tocó currar a los pequeños y hacer la comida. Menos mal que papá nos echó una mano. Aquí os dejamos algunos momentos para quitar el mono hasta la vuelta de Edimburgo.
¡chicos, los donuts hay que freirlos antes!
¡a zampar los pequeños!
¡a la rica brocheta!
¡super machote!
¡y las próximas a la vuelta Edimburgo!.