Para empezar, al cole el día del cumple se estila llevar llevar algo para almorzar así que cogimos nuestras varillas y a batir se ha dicho.
Un bizcocho por clase, pensamos en hacer solo uno y repartirlo pero papá no quiere que parezcamos los más tacaños. Se nota que no tenía que hacerlos él.
¿A qué tienen buena pinta?.
Pues el que veis cogido con un paño sobrevivió de milagro a la torpe de mamá
A la vuelta del cole hubo tiempo para contestar a todas las llamadas, a dos manos, somos de un popular...
Pasaron unos días y los papás empezaron a hablar de una fiesta con amigos y otra con familia, empezamos a temblar, la que nos espera, nueva lección de repostería, hasta las doce de la noche. Creo que ya habíamos hablado de explotación en anteriores ocasiones, ¿no?. Esperad a que publiquemos algo sobre la casa nueva.
Apenas nos dejaron mojar un par de dedos en el chocolate.
Las tartas quedaron así de bonitas
Incluso para llevarlas a la mesa nos tocó currar a nosotros, la única aportación paterna al festejo fue tirar uno de los bizcocho (en palabras de Keneni "mamá eres muy torpe"). Luego se extrañan de no tener regalos en el día del padre.
3 comentarios:
Listos, guapos, trabajadores y apañaditos. Esos chicos valen para todo. Mola. Besitos mis niños guapos. Y felicidades otra vez.
Felicidades
Ehhhhhhhh! qué pasa que no dais señales de vida?... joliiiiiiiiin, que la yaya quiere noticias. Os quiero mis niños guapos. Besitos.
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